miércoles, febrero 20

Ejemplo - La alumna


Quiero compartir este ejemplo de una tirada sencilla sobre una situación cotidiana donde creo se muestra bien como funciona la lectura sin usar arquetipos.

La consultante es una alumna que esta haciendo un curso programado por una institución pública que otorga un certificado que permite obtener puntos, que luego servirán para cuando hayan oposiciones a la administración para una plaza de profesor.

La consultante se siente perturbada porque el próximo día que tiene que ir a las clases le coincide con otro evento que le interesa mucho, y como ya a faltado una vez tiene miedo de que otra falta no le permita obtener el certificado.

Para esta consulta extraigo tres cartas.

1) La profesora
2) La consultante
3) Resultado o respuesta

Las cartas aparecidas son 2 de Varas, La Fuerza, 9 de Espadas.

La profesora es representada por la carta 2 de Varas. Si miramos esta carta vemos que el personaje que en ella figura parece absorto en planificar, no presta atención a nada más, sólo esta pendiente de aquello que sus deseos imaginan.

La consultante, es representada por el arcano mayor La Fuerza. Si nos fijamos en la imagen esta mujer esta intentando controlar una situación un tanto peliaguda, estamos hablando de sujetar a un león.

Si miramos la tirada estas dos cartas son reveladoras a simple vista. La profesora esta dando la espalda a la alumna, como no queriendo saber nada. La alumna por su parte esta mirando a la profesora buscando controlar esta difícil situación.

La carta del resultado, el nueve de espadas, nos muestra la imagen de una persona que no puede dormir, que siente angustia y esta sufriendo.

Podríamos decir que la tirada no es demasiado positiva para la consultante, parece ser que el resultado de su esfuerzo no se vera recompensado por una profesora que no tiene en cuenta las necesidades de su alumna.

Esta tirada se hizo 4 días antes de las clases. Utilizando la carta de La Fuerza como soporte, propuse que hablara con la profesora y le expusiera sus dudas, como forma sensata de abordar el problema. La única forma que la consultante tenía de ponerse en contacto con ella era a través de e-mail, así que le mandó un correo expresando sus inquietudes para la situación.

Lo que ocurrió fue que el correo no fue contestado por la profesora, aún teniendo cuatro días para dar respuesta, así que la consultante después de sentirse angustiada durante esos días por no saber si podría ir al evento, se armo de paciencia y finalmente renunció a él. Cuando llego a las clases la profesora le dijo que había leído su correo pero que no había tenido tiempo de responderle.

Imagen: Robin Wood Tarot (c) Llewellyn

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